lunes, 16 de febrero de 2009

Chavez y la re evoulción

Me había olvidado de nuestros conflictos venezolnos y no podemos permitirnos pasar por alto estas elecciones.

Creo firmemente que no podemos comprender la situación de Venezuela sin comprender lo que vive la gente. La gente conoce un pasado parecido al de la oligarquía argentina del PAN, muy importante e influyente en la época de 1880-1916 y 1930-1943. Esta clase de gente se manejaba con teorías alberdianas del tipo: "la gente es ignorante y debe permanecer ignorante hasta que el país haya progresado lo suficiente" o "la república real no puede existir sin un período de república posible", es decir, una dictadura intelectual encubierta que encamine al país al progreso europeo. Todas estas teorias son hermosas, pero sobreviven gracias al hambre y la ignorancia del pueblo.
Llega un momento en que el pueblo estalla y su ira se dirige a esa oligarquía, y alguien que sabe dirigir las masas (orador o demagogo), canaliza esa ira y la utiliza para catappultarse al poder. Ese hombre no puede olvidar a su pueblo (que fue quien lo proclamó) y es por esto que realiza campañas de alfabetización, sanitarias, etc, pero a su vez crea una gran propaganda política que lo respalda (lavado de cerebros).
El pueblo, maravillado con lo bueno del nuevo régimen, cree que por fin consiguió un político que lo ame y lo entienda. Cree que porque ayuda al pueblo es el gobierno del Pueblo. Y eso es totalmente erróneo. Me recuerda a esos déspotas ilustrados que gobernaban para el pueblo pero SIN el pueblo.
Este pueblo cree que está en democracia, porque lo que desea lo consigue, cree que es tenido en cuenta. Pero la democracia no significa ser tenido en cuenta por alguien superior, sino hacer voluntariamente uno mismo que se respeten sus derechos. No es ser escuchado sino hacerse escuchar.
Y además, Chavez cuenta con otro recurso muy popular en los demagogos: la polarización. Esta división (pre Nietzscheana) le permite manipular las mentes, incluso la de los intelectuales, especialmente los de izquierda. Sartre hablaba del progreso soviético en contra del capitalismo alienante mientras que los rusos gozaban la tortura de sus opositores en los gulag ¿A quién preferís, a Dios que te concede muy pocas cosas o al Demonio que te quema en el infierno? En democracia, la respuesta es la tercera: me prefiero a mí mismo y a mi poder de voto parcial en un grupo de individuos iguales que yo.
Comprendo los aspectos positivos del régimen, los avances y demás.Pero, ¿es necesario quedarse en el conformismo de tener que optar entre el progreso social y la libertad de decisión política? Creo que no. Creo que podemos conseguir las dos cosas al mismo tiempo.
Por eso, a la larga, los progresos de Chavez son nulos. Porque el labor del Estado es generar estructuras estables en el tiempo, flexibles ante los cambios, y que perminan el crecimiento igualitario del país. Y un país dependiente de un hombre no tiene políticas de Estado.

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