viernes, 13 de marzo de 2009

Odio romper mis reglas.

La máquina

Los aceites se mezclan y se disuelven
En el mar de metal absorbente
Que rechina ronroneando los ruidos
De los universos que se mueven creando
Evoluciones lógicas premeditadas
Que rompen las barreras del tiempo
Y de la cadavérica muerte
Los círculos giran y se encadenan
Unos con otros, en comunicaciones imposibles
Las figuras abstractas se concretan en tierra
Que se hace hombre y se derrite nuevamente
Los metales y los plásticos piensan y se piensan
Y en tal meditación se mueven
Maquinalmente
Como si algún Dios les indicara su destino
Pero no hay Dios ni comandante ni sino
Sólo hay un pobre mecanismo que se desangra
Por encontrar al mundo
Y sólo se encuentra a si mismo
En la soledad de sus silencios
En los ruidos del resentimiento
Y las carnes se hacen verbo
Y los verbos, palabra
Y nada mas deviene de la industria
De la no muerte, de la falsa vida
Que las máquinas arman creyendo
Que construyen flores
Y las imitan perversamente
Para herirnos
Con esas hiedras
Con esas piedras
Que los hombres lata creen crear
Y que extraen de las montañas.

Los engranajes de la mano se activan
Y explotan el mundo existente.
De los restos, pura podredumbre
Recreamos falsas vidas de la muerte.

2 comentarios:

  1. Cuando uno sigue sus reglas, aumenta su sentido de dignidad. Pero cuando las rompe...ah, entonces se trasciende a si mismo y es cuando puede jugar con la Vida... e involucrarse con ella.

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  2. Falsas vidas como los hombres huecos de T.S.Elliot
    Los hombres huecos rellenos de paja
    "quienes han cruzado
    con la vista recta al otro Reino de la muerte
    nos recuerdan —a lo sumo— no como violentas
    almas perdidas sino tan sólo
    como los hombres huecos
    los hombres rellenos."
    besos
    PD:Me hizo acordar.

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