martes, 3 de marzo de 2009

La continuación de la psicología

Quedó implícita en el post anterior la relación entre la Ley de Cierre y la inferencia Cartesiana. Pero pensemos en el concepto de la Ley de Cierre. Según esta ley, cuando vemos un círculo (o una línea) punteada podemos deducir la línea o la forma completa. Ahora, si cada experiencia (experimento) consistiera en un punto, cuando los científicos experimentan una cantidad finita de veces, por lo que siempre quedan huecos. Nuestros experimentos son, entonces, líneas punteadas de las cuales extraemos la recta que supuestamente es una ley. Pero no lo sabemos realmente, porque puede no existir el tramo que une los elementos punteados, o puede ser una línea diferente a la prevista. Este tema lo voy a tratar cuando analice la relación entre la fé y la razón.

Pero bien, tenemos los conceptos, y ¿que son los conceptos? Son impresiones de los sentidos adquiridas en la memoria y reordenadas por la Voluntad en forma de patrones. Hume decía que la substancia no existe porque no la puedo encontrar en ninguna de las impresiones sensoriales. Pero, ¿qué es lo que ata a las diferentes impresiones sensoriales en un objeto sino la substancia, el alma de las cosa? Hume comete un error terrible al decir esto, pero no está del todo errado al decir que no SENTIMOS por completo al alma.
Estos conceptos no son representación cosa (como aseguraba Freud). Es una distinción de cualidades de las impresiones similares. Lo que llamamos "límite", es la distinción de las cualidades del objeto con las del no-objeto (entiéndase el resto). Este límite no es dialéctico (por oposiciones) pero sí dual (limítrofe). La línea que divide los dos campos es frágil. porque el concepto no está atado más que a la memoria existente y puede revisarse ante la nueva experiencia.
Cuando nos enseñan a hablar, no nos es difícil asociar el concepto y la palabra: nos dicen la palabra y nos señalan el objeto. Con esto ya asociamos la palabra con el CONCEPTO del objeto, y creamos lo que Freud llamaría "representación palabra". Las características de las palabras son la comunicabilidad, la aceptación social (la sociedad respalda nuestros conocimientos) y la rigidez y la dureza que imponen a los límites de los conceptos (todos aceptamos la posibilidad de errar en una idea desconocida, pero nadie duda de que "esa mesa es una mesa"
Por lo demás, la lengua hablada es similar al pensamiento, de ahí que la lógica lingüística sea la que regula nuestro pensamiento. La Voluntad trabaja con esos conceptos (ya sean los originarios o los relacionados con las palabras) para formar conceptos superiores (como puede ser una oración en forma de sentencia o un concepto formado por otros conceptos).

Me había olvidado de una cosa. Una de las características más distintivas de la Voluntad es el poder de control sobre su propia voluntad, es decir que no es simplemente "controlar los músculos", sino "poder actuar por voluntad, es decir, no por necesidad".

No termina, pro me canso rápido.

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