lunes, 22 de noviembre de 2010

Proyecto de novelas

Tuve una pifanía (suponiendo que las
epifanías se tienen y no que las epifanías lo tienen a uno
o que somos los pretextos para que las epifanías ocurran)
sobre la novela del futuro
novela: palabra vulgar, desabrida, filistea
hilachas de la literatura
contenedor de desperdicios de las artes
mamotretos deformes que se desarman a los ojos
y sentí la necesidad
(la palabra sentir es compleja
sentimos sin saber lo que sentimos
en la maraña de sensaciones sin nombre
como golpes intuitivos, como misterios, como violines desafinados de intensidad creciente)
de contar, brevemente, en un poema
en un poema, para evitar el absurdo
de hacer una novela que cuente mis deseos de hacer una novela
y que no sea finalmente la novela que yo quería escribir
y que nunca, nunca voy a escribir
porque aunque pudiera, aunque esta enfermedad me dejara unos meses más
(inútil describir el frío de cuchillas en el estómago, las fiebres insoladas
en la cabeza toda rapada y zurcida, el batón desnudo que me envuelve,
la impotencia, la impotencia de mi cuerpo y de la palabra)
no podría sino hacer esta lista mediocre y ausente:

1) Una novela mediocre, nada memorable, que intente perderse en el olvido
2) Una novela sin personajes, al menos, no humanos, o no "humanos"
3) Una novela sin tramas, pero no "sin tramas", eso es un eufemismo
de mediocres que arman tramas desarmadas
delirantes
vacías
no
al contrario
matar toda trama posible
4) Una novela abstracta, sin nada que contar, sin narrador, sin lugares o tiempos
5) Una novela sin autor (gracias a Dios), sin lectores o críticos.
6) Una novela sin descripciones, sin pensamientos interesantes, sin diálogos
7) Una novela geométrica, hecha de figuras abstractas, de blancos y de negros puros
8) Una novela tan invisible que no se pueda llamar "lo invisible" o "invisible"
9) Una novela que no tenga palabras escritas
10) En fin, una novela que no pueda ser escrita nunca.

El final: imposible
Escribirla; sólo hay intentos mediocres
Propongo uno:
Dobla arista negro sobre blanco sin amalgamar sonriendo simbiosis gris cruzando cuadrado inmaduro reblandecen risarisarisa triángulos filosos ladran perro dedo en la llaga tortura suplicio de arista sombra sombra sombra sin hombre sin agua
No;
no hay forma
Ni de acercarse
las palabras son burdas, son sueños que no se pegan
al frío gelatinoso de la novela
La única manera de que yo pueda nacer
(a medias, siempre se nace a medias
como las palabras, aborto de símbolos)
es inventar un yo
(Gernarion Groisson, supongamos, o algún nombre parecido)
introducirle, como una sensación o una epifanía
(invento, artilugio de la invención)
y, a punto de morir
-porque va a-
obligarlo a escribir un poema
que empiece con "yo tuve una epifanía"
Y que cuente
algo más que nada
una metáfora de mi no existencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario